Pontevedra, 12 Agosto de 2015
Luis Rei, el que fuera técnico
de cultura y responsable de la biblioteca de Cambados, además
de primer biógrafo de Ramón Cabanillas, falleció en la noche del domingo al
lunes víctima de una larga enfermedad que, a pesar de la
fuerza con la que luchó, consiguió doblegarle. Cientos
de personas le despidieron en O Grove. Luis era un intelectual, político y
activista, pero sobre todo, no dejaba indiferente a nadie. Solo tuve ocasión (a
mi pesar) de estar una vez con él. Fue con motivo de una ruta velleinclaniana
que nos llevó a recorrer los pasos del ilustre vilanovés por tierras cambadesas.
Y allí estaba él. Si había que hablar de la relación de Valle-Inclán con
Cambados, la persona adecuada para ello era Luis. Pude compartir una agradable
comida en la que aprendí muchas cosas con él. Recuerdo que comimos pescado (él
abadejo y yo merluza, pero compartimos el gusto por la salsa, a la gallega, no
podía ser de otra forma). Recuerdo las historias que me contó sobre Basilio
Álvarez, un clérigo, periodista y político gallego nacido en Ourense y
fallecido en Tampa (EEUU).
Pero más allá de sus conocimientos, lo que más me
impresionó fue la pasión de su discurso. Vivía cada palabra como si fuera la
última, parecía como si no tuviese tiempo suficiente para expresar todo lo que
llevaba dentro. Y todo ello con una claridad, una pausa y un saber estar
impecable. Guardaré siempre el recuerdo de aquella comida con Luis. Nunca la
olvidaré. Le envié un mail de agradecimiento por la agradable conversación y me
respondió a través de la escritura con la misma delicadeza que se expresó
verbalmente. En su entierro sonó la marcha del Antiguo Reino de Galicia, se
leyeron poemas de Cabanillas, se cantó el himno de Galicia y hubo muchos
aplausos. Luis era un hombre de izquierdas, pero sobre todo era un intelectual.
Descanse en paz.
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